¡
LITERATURA EN EL TIEMPO
LIBRE
Añadir leyenda |
En la época actual puede parecer utópico hablar de
tiempo libre, cuando las responsabilidades aumentan y la dinámica social
envuelve a las personas en un sinnúmero de ocupaciones; con la excusa del
bienestar, el progreso, la autorealización, muchos se ven abocados a emplearse
durante largas jornadas, a estudiar en horarios nocturnos, a dejar sus hijos al
cuidado de terceros, y lo que es peor, a suturarlos a ellos con otras múltiples
cargas para mantenerlos ocupados. Así es que el tiempo libre -de ocio (Dumazedier, 1964) - pasa a un tercer y
cuarto lugar o solo llega cuando hay la necesidad de hacer un lavado de
conciencia y saberse responsable del anhelado bienestar integral.
Ahora bien, no es asunto solo de la postmodernidad
el mantenerse ocupado, ha sido una construcción afirmada durante siglos a
través de creencias y mandatos acerca del aprovechamiento del tiempo, y de lo
reprochable que sería desperdiciarlo en cosas vanas e improductivas, de esta
manera se ha perpetuado la necesidad de ocuparse y producir en todo momento en
favor de otros, faltaría mirar cuáles han sido los verdaderos propósitos por
los cuales se gestaron estas ideas, en todo caso queda para la reflexión pues
no es lo que nos convoca en este momento. En el intento de justificar que el tiempo de ocio no necesariamente es improductivo, o malgastado, se puede recurrir a diversas propuestas que contribuyan a la formación integral[1] del ser humano; propuestas fijadas desde las artes, la tecnología, la música, el juego, la lúdica, el deporte, la recreación, y por supuesto la literatura.
Podría resultar controversial hablar de literatura
en el tiempo libre, puesto que se la ha asociado con espacios netamente
académicos, es justo en este punto donde hay que hacer una pausa y generar
cambios significativos con miras a cambiar los imaginarios sociales acerca de
la lectura, e incentivarla como otra manera de deleitar el espíritu (Obiols, 1998) .
La escuela ha hecho de la lectura algo tedioso, sin
ánimo de generalizar, en muchas ocasiones se impone la lectura de textos
engorrosos, impertinentes, descontextualizados, que no provocan en los
estudiantes ninguna necesidad de acercarse a descubrir nuevos mundos a través
de ellos, tal vez la forma en que se estudian los libros tampoco es la más
adecuada, lo memorístico ha dejado de ser prioridad para las nuevas
generaciones que lejos de querer quedarse en el pasado y repetir lo mismo,
quieren saber acerca de la realidad cada vez más.
En este sentido lo que se pretende plantear es una
nueva perspectiva de la literatura en relación con las necesidades y la
curiosidad propia de cada individuo o cada grupo, es la oportunidad de ampliar
el horizonte y conocer el mundo a través de nuevas y variadas lecturas que
permitan al lector encontrarse con otras dimensiones, con ideas alternativas,
con aquello que a otro se le ocurrió y yo merezco saber, con la historia de la
humanidad misma, pues en la medida en que me acerco a la literatura más
humanizado me encuentro y más reconozco las particularidades y la esencia del
ser humano. En esta misma lógica se plantea una propuesta dirigida a fomentar o
mejor aún recuperar la pasión literaria de modo que no tenga más imposiciones
que las que dicte el juicio del lector, pues es él quien decidirá si lo que lee
es bueno o malo, el tiempo que ha de dedicar, si prefiere la lectura en voz
baja o en voz alta, el lugar apropiado, y todos aquellos detalles pertinentes
al acto de leer (Chambers, 2007) , pues es a partir de
su propia experiencia que irá puliendo el gusto por el arte, e irá formando su
relación con él.
vídeo para ayudar a entender
Bibliografía
Chambers, A. (2007). El ambiente
de la lectura. México: Fondo de Cultura Económica.
Dumazedier. (1964). Hacia una
civilización del ocio. Barcelona: Estela.
Obiols, N. (1998). Cómo
desarrollar los valores a partir de la literatura. CEAC.
Vargas Llosa, M. (s.f.). La literatura y la Vida.
Comentarios
Publicar un comentario