Cuento
APRENDIENDO A VIVIR El colegio puede ser un lugar aburrido para muchos, a mí en particular me gusta demasiado pues allí aprendo cosas nuevas cada día. En una conversación con mis profesores o compañeros puedo entender puntos de vista que nunca se me habrían ocurrido a mí solo, podemos hablar sobre diversos temas y conocer a través de los libros y las enseñanzas, mundos inexistentes e imperceptibles en las pocas cuadras que tiene mi barrio. Imperceptibles, por ejemplo, fue una palabra que aprendí la semana pasada en biología cuando veíamos los microorganismos y quiere decir que no se puede percibir o mirar a simple vista, desde ese momento he estado usándola todo el tiempo para que no se me olvide y para hacer alarde de mi lenguaje refinado; el otro día le dije a mi mamá durante la cena <<madre mía, la carne de hoy es imperceptible>>, casi nos bota en la cara lo que tenía en la boca de la risa que le dio. El martes en la escuela sucedió algo extraordinario, bueno, en ese